¿Quieres saber cómo masturbar a tu chico de forma asombrosa? Has venido al lugar correcto.

Aunque es algo que tu compañero puede hacer por sí mismo, sin duda apreciará que sepas masturbarlo de buena manera. Recuerda que las manos de otra persona se sienten muy diferentes a las de uno mismo.

Masturbar, no tienen que ser sólo acerca de llegar al orgasmo. No hay mejor manera de conocer el cuerpo de tu pareja, que tomando literalmente el asunto con tus propias manos. Ya sea juego previo o la acción principal, aquí te enseñamos cómo hacerlo de forma inolvidable.

Mira y aprende

La mejor manera de aprender lo que le gusta a tu pareja cuando se trata de masturbación es verlo masturbarse. Si tu pareja es tímida para demostrar su técnica, intenta vendarle los ojos, muchas personas se sienten menos inhibidas cuando no pueden ver que los están mirando. Ten en cuenta que probablemente necesitarás manejar a tu pareja con un poco más de cuidado, pero la forma en que ellos se acarician puede revelar mucho sobre cómo le gusta que lo toquen, la velocidad y la fuerza de agarre que prefiere.

Aplica lubricante

Aunque los hombres producen una pequeña cantidad de líquido preeyaculatorio cuando se excitan, rara vez es suficiente. A nadie le gusta masturbarse en seco, así que usa un poco de lubricante para evitar alguna incomodidad

Un par de aplicaciones del Gel de placer Cerezas de Pasión Durex® darán una sensación suave y resbaladiza. Intenta pasar el frasco por agua caliente primero, antes de aplicarlo a lo largo del pene.

Asume tu posición

Una posición cómoda es con tu pareja acostada boca arriba, mientras te arrodillas entre sus piernas o a su lado, ¡esto te brinda una visión clara y un fácil acceso a todas las partes importantes!

Una vez que tengas un poco más de confianza, intenta estar sobre el pecho de tu compañero con la espalda hacia su cara, el apreciarán la vista y probablemente te sentirás más relajada sabiendo que no están viendo todos tus movimientos.

También puedes experimentar pararte detrás de él y extender tu mano... incluso puedes envolver tu mano ligeramente sobre la suya y guiar tus movimientos.

Adáptate a su anatomía

Si tu pareja no está circuncidada, mueve el prepucio suavemente con el movimiento de tu mano. Recuerda que jalar completamente el prepucio hacia atrás y exponer completamente la cabeza del pene puede ser demasiado intenso.

Si tu amante está circuncidado, es probable que las glándulas sean un poco menos sensibles, por lo cual es posible que necesites más lubricación, presión o estimulación.

Sigue los movimientos

El movimiento básico de la mano es un movimiento de arriba hacia abajo. Mantén tus acciones fluidas, no entrecortadas. Comienza lentamente, envolviendo tu mano dominante alrededor de su pene erecto con aproximadamente la misma tensión que usaría para sostener un vaso de agua y pásalo de un lado a otro.

Sigue el ángulo natural del pene, una erección puede no estar a 90 grados perfectos, tu mano debe tener contacto constante con la piel, cierra los dedos un poco cuando llegues a la cabeza, luego aflójalos mientras viajas hacia la base.

Mezclar

Si te sientes más seguro, intenta variar tu técnica. Usando dos manos en un ciclo de movimientos suaves. Tu mano izquierda comienza a viajar desde la base, justo cuando tu mano derecha llega a la cabeza. Observa si tu pareja responde bien cuando tú estás girando suavemente tu mano hacia adelante y hacia atrás mientras la deslizas hacia arriba y hacia abajo. Explora si le gusta frotes tu pulgar en círculos pequeños sobre la punta de su pene.

Explora más lejos

El cuerpo tiene muchas zonas erógenas para explorar.

Mientras acaricias el pene, también puede sostener los testículos, masajear el perineo o acariciar el interior de los muslos de tu pareja. ¡Estimular estas otras áreas sensibles también los puede realmente excitar!

Recuerda, todos tenemos gustos diferentes, así que solo se trata de que lo descubras.

Hablar de ello

Anima a tu pareja a que te brinde comentarios de apoyo sobre cómo se siente y no tengas miedo de hacer preguntas, les encantará lo curioso que eres por descubrir lo que le gusta.

Da un paso atrás

A algunos les gusta un ritmo de bombeo constante cuando están a punto de llegar al clímax, mientras que otros prefieren que aceleres las cosas. La comunicación es clave aquí, así que consúltale lo que le gusta.

Después del clímax, el pene suele ser demasiado sensible para ser tocado, retrocede por un momento para que puedan deleitarse con el orgasmo.

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